Leo y Valentina han forjado su experiencia en el mundo del café a través de un viaje que los ha llevado por diversos países, cafeterías y culturas. Esta rica trayectoria se refleja hoy en Café Micelio, su proyecto en Puerto Varas, donde aplican su maestría para acercar el café de especialidad a la vida cotidiana.
Su proceso comienza con una meticulosa selección de granos, buscando perfiles de sabor únicos que provengan de cultivos y cosechas excepcionales. Pero lo que verdaderamente distingue a Micelio es su dedicación al arte del tostado. Cada pequeño lote recibe una atención personalizada, controlando minuciosamente el tiempo, la temperatura y el flujo de aire. Este proceso pausado y preciso permite resaltar las notas específicas de cada origen, preservando la frescura y dulzura natural del grano.
Comprenden profundamente que el café es una fruta, y como tal, cada origen tiene sus propias notas características que se revelan a través de su cuidadoso perfil de tueste. Su compromiso con la calidad se extiende hasta el empaque: utilizan bolsas con válvulas unidireccionales y cierre hermético que protegen las características del café, manteniendo su frescura intacta. Cada bolsa se prepara con dedicación, ofreciendo el café tanto en grano como molido según el método de extracción preferido por cada cliente.
Si quedaste con ganas de conocerlos, puedes pasar por su cafetería en Calle Estación 262, Puerto Varas o darte una vuelta por sus redes sociales:
